Abascal y Mazón tienen (al menos) un denominador común. Ambos pactaron su dimisión (en el caso de Abascal, renuncia) con el PP, y en los dos casos la cúpula pepera intentó insultar a la inteligencia de los ciudadanos haciendo creer que fueron decisiones espontáneas. Las ricas prebendas acordadas fueron menos visibles (aunque no por ello menos sustanciosas) en el caso de Abascal y han sido más evidentes con Mazón. Pero empecemos con la historia de la "heroica renuncia" de Abascal.
Abascal era diputado vasco por el sector ultra del PP, dirigido por el opusino de línea dura Mayor Oreja. En las autonómicas de 2009 no fue elegido diputado porque le colocaron en el puesto 7 por Álava, y el PP sólo obtuvo 6 escaños. Su postergación no fue casual: en 2008 Mayor Oreja pierde la presidencia del PP vasco a manos de Antonio Basagoiti, candidato más moderado que Génova impone desde Madrid por entender que el radicalismo de Oreja estaba hundiendo las expectativas electorales del partido en Euskadi. Con este cambio, los orejistas más fervientes, entre ellos Abascal (ubicado en ese sector a remolque de su padre, íntimo de Oreja), fueron colocados en puestos secundarios dentro de las listas electorales, a fin de minorar su influencia. Sobre las guerras cainitas del PP vasco, es interesante leer https://www.infolibre.es/politica/ocho-episodios-explican-crisis-genova-pp-vasco_1_1179026.html
Pues bien, para que la pérdida de protagonismo (y ante todo de dinero) de Abascal no fuese tan traumática, el PP le ofreció su primer chiringuito: si no te eligen diputado, te mandamos a dirigir la Agencia de Protección de Datos madrileña aunque no tengas ni la más remota idea de su funcionamiento. Y así fue: Abascal no fue elegido diputado y automáticamente lo mandaron a Madrid, como recompensa por su docilidad, a vivir del cuento https://elpais.com/diario/2010/02/04/madrid/1265286261_850215.html Así continuaba su gran proyecto vital, inalterado hasta hoy, de vivir a cuerpo de rey sin cotizar un solo día de su vida.
A partir de aquello, Abascal vivía plácidamente en Madrid sin dar palo al agua, pero un nuevo acontecimiento alteró su perezosa existencia. En 2012, el diputado pepero que había sido elegido en el puesto 6 por Álava, Carlos Urquijo, iba a ser nombrado delegado del gobierno en Euskadi por Rajoy, lo cual le obligaba a renunciar al acta. Y le tocaba entrar a Abascal. La cúpula del PP nacional no quería que un orejista ocupase tal cargo. Y le hizo una oferta: si renuncias, vas a vivir aún mejor: te montaremos una fundación a tu medida en Madrid, cobrarás casi 8000 euros al mes de sueldo y directamente no tendrás que mover un dedo. Dado que la fundación es un chiringuito sin actividad para que vivas como Dios a cambio del favor que nos haces renunciando, no vas a trabajar absolutamente nada y te llevas 8000 al mes por la cara. Y Abascal aceptó https://www.europapress.es/madrid/noticia-abascal-tuvo-sueldo-8249180-euros-2013-director-fundacion-madrid-realizar-casi-actividades-20190319185922.html
Para él era un win-win: trabajar 0 y cobrar 8000 era un sueño para un nini vocacional como él y, además, podía hacerse el mártir en las cadenas de ultraderecha. Así, Abascal se pasó semanas yendo a Libertad Digital y otros antros para afirmar que se había inmolado para que Urquijo fuera delegado del gobierno, y que su renuncia era un gran y desinteresado sacrificio, motivado exclusivamente para que tan brillante compañero ocupase el cargo que se merecía, ya que (según afirmaba Abascal) desde la dirección del PP le habían dicho que era requisito imprescindible para que Urquijo fuese delegado del gobierno que Abascal no ocupase el puesto de diputado que dejaba vacante. Evidentemente, no contaba nada de la suculenta mamandurria que le dieron a cambio.
No obstante, parece que el PP le engañó un poco. Tras la renuncia, Abascal se tiró un año y medio viviendo del cuento pero pasado ese tiempo le acabaron cerrando la fundación en diciembre de 2013 https://maldita.es/malditodato/20190319/la-fundacion-que-dirigia-abascal-acordo-cerrar-en-2013-al-saber-que-no-iba-a-recibir-mas-subvenciones Cuando vio que ya no le podía sacar nada al PP, decidió implicarse a fondo en Vox, convirtiéndose en uno de sus fundadores y ocupando su presidencia en abril de 2014, 4 meses después de que el PP le quitase su sueño de forrarse sin mover un dedo.
En el caso de Mazón, su no expulsión del grupo parlamentario pepero en Valencia y el hecho de que el partido le siga apoyando con la boca pequeña, evidencia que nos encontramos ante una renuncia análoga a la de Abascal. No hay ruptura sino paso atrás previas garantías de que podrá seguir viviendo de la política. Primero hasta que se acabe la legislatura, además con un aforamiento que evita su imputación por la juez que investiga la DANA. Y cuando se acabe, estoy tan seguro de que no repetirá en las listas como de que le darán un chiringuito, hoy ya pactado, para que siga tocándose la barriga a costa del erario público. Seguramente fuera de Valencia para que no cante tanto, en una fundación o agencia pública como las que el PP le regaló a Abascal, un lugar donde cobre mucho y llame poco la atención.
En definitiva, desconfiad de las dimisiones que no vayan acompañadas de salida de la política y de los cargos públicos que pueda conceder el partido del dimitido. Porque no lo son. Son meras recolocaciones por intereses políticos, en el caso de Abascal para debilitar al bunker orejista vasco, y en el de Mazón para engañar a las víctimas y la opinión pública.
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